Carlos Mauricio Ruiz es un ibaguereño que, a sus 29 años, ha podido demostrar a sus familiares, amigos y jefes que no existen las barreras, cuando de cumplir metas se trata. Gracias al subsidio de vivienda que ofrece Comfenalco Tolima, Carlitos, como le dice cariñosamente su mamá, ha logrado conseguir el sueño de tener vivienda propia.
Carlos vive en el barrio El Salado, de Ibagué, trabaja en la tienda Juan Valdez de la calle 37 y aunque muchos podrían pensar que la discapacidad cognitiva leve que tiene —causada por un golpe que sufrió a los 13 meses de edad, afectando su brazo y pierna derecha— sería un obstáculo para cumplir nuestros sueños, Carlos ha desafiado esa creencia con determinación y coraje.
Aunque Carlos reconoce que tiene algunas dificultades con el habla, asegura que eso no lo define. “Tengo las mismas capacidades de una persona común y corriente. La discapacidad no me detiene en nada”. Con una sonrisa, recuerda cómo, a pesar de las dudas de otros, siempre ha sabido enfrentar el mundo que lo rodea.
Desde hace 14 años Carlos está afiliado a Comfenalco Tolima, una afiliación que ha sido clave en uno de sus propósitos más grandes: tener su casa propia. Hace más de una década, cuando comenzó a trabajar en una de las tiendas de café más reconocida a nivel nacional, fue afiliado a la Caja de Compensación -algo que el en la actualidad, agradece con el alma-. Con el tiempo, su persistencia y ganas de salir adelante lo llevaron a postularse para el subsidio de vivienda. Hoy, gracias a ese apoyo, Carlos ha conseguido algo que, según muchos, parecía imposible: su propio hogar.
Con risa nerviosa recuerda lo que sintió cuando le entregaron los documentos de su vivienda. “A mí me temblaba la mano cuando estaba firmando los papeles de la casa, pero ahora yo pienso que cuando yo me propongo algo, no descanso hasta conseguirlo», dice con orgullo; «la gente me decía que yo no sería capaz de trabajar, de salir adelante, de manejar moto… ¡y ahora hasta moto tengo!»
Su familia —padres y hermanos— no podría estar más orgullosos de él y Carlos, con gratitud, invita a los afiliados Categorías A y B que aún no se han postulado al Subsidio de Vivienda de Comfenalco, a que lo hagan. “No importa la discapacidad o la condición que se tenga. Hay que quitar lo negativo de la mente y seguir adelante”, afirma. Para él, Comfenalco Tolima ha sido una mano amiga, demostrando que las oportunidades existen para todos.